La morosidad de algunos propietarios obliga a numerosos edificios a reducir servicios y posponer rehabilitaciones de fachadas u obras de accesibilidad Andrea J. saca fuego por las muelas hace varias semanas porque por decretazo vecinal le toca limpiar el rellano de su escalera en el distrito de Sants-Montjuïc hasta que las finanzas de la comunidad remonten. La causa del recorte en los servicios de la finca es la morosidad, que ha llevado a esta pequeña comunidad de 12 vecinos a quedarse en números rojos y ver peligrar incluso el uso del ascensor. «Es inadmisible que el impago de unos nos afecte a todos o nos obligue a aumentar las cuotas» , señala. Pero en su queja no está sola: el Col·legi d’Administradors de Finques de Barcelona-Lleida (CAFBL) remarca que entre un 80% y un 90% de las comunidades de la ciudad sufren impagos por parte de algún vecino , mientras que en una cuarta parte de las fincas la morosidad es tan recalcitrante que llega a afectar a su normal funcionamiento: el recorte de servicios o el retraso en obras de mantenimiento, la rehabilitación de fachadas o la mejora de la accesibilidad suelen ser sus principales consecuencias. El Col·legi d’Administradors de Finques de Barcelona-Lleida (CAFBL) ha reivindicado hace apenas unos días una reforma legislativa para pedir algo que ahora es aún más frustrante para las comunidades : que cuando se embargue una vivienda porque no se ha asumido su hipoteca, sea obligado comunicar quién es el nuevo adjudicatario a fin de que se le puedan reclamar lo antes posible las deudas con la comunidad y no queden en unos limbo, como hasta ahora. «Cuando alguien llega a dejar de pagar su hipoteca es porque mucho tiempo antes ya dejó de pagar los gastos de la comunidad…», reflexiona Lorenzo Viñas, presidente del colegio profesional, que se enfrenta a este tipo de situaciones continuamente. «Es desesperante» Entre el período de impagos previos a las comunidades más los procesos de ejecución hipotecaria y posterior desenlace de venta del inmueble, las deudas aumentan año tras año sin que los vecindarios en estos casos sepan a quién reclamar y sea lento y complicado que los bancos asuman este dispendio. «Es desesperante y afecta mucho a la convivencia de las comunidades», añade Viñas. morosidad enquistada en general son los culpables de que obras en fachadas, vestíbulos, instalaciones de ascensores, mantenimientos y otras intervenciones se pospongan junta tras junta por no disponer de fondos y no estar dispuestos los que sí pagan a aumentar las cuotas por cubrir los déficits. En torno a un 25% o 28% de las fincas, estiman, sufren este mal mayor Ante el aumento de coste. de las hipotecas y la presión que tienen por este hecho muchos hogares, la patronal prevé un repunte de impagos a corto y medio plazo. El administrador Alberto Izquierdo, secretario del CAFBL, relata el caso de una finca de cinco vecinos donde se autogestionaban, hasta que sufrieron unos desprendimientos que les obligaron a afrontar una rehabilitación importante a la vez que se les abría un expediente sancionador. limitada y en los bajos había una persona que no podía pagar, así que asumimos la administración sin cobrar inicialmente, constituyemos la comunidad y logramos un préstamo para hacer la obra», que estuvo a punto de ser misión imposible para la insolvencia de parte de los vecinos. LEER LA NOTICIA COMPLETA EN «EL PERIÓDICO»: https://www.elperiodico.cat/ca/barcelona/20230123/minvant-oferta-preus-record-tensen-vivenda-lloguer-barcelona-81485097