Navidad en comunidad: cómo convivir con las fiestas sin perder el espíritu
Marta Agraz, Directora de Comunicación del CAFBL Llegan las fiestas de Navidad, un momento lleno de luz, música y reencuentros familiares. Pero también es una época que puede poner a prueba la convivencia entre vecinos dentro de una comunidad de propietarios. El árbol del vestíbulo, la decoración de la fachada o las celebraciones familiares pueden generar dudas o pequeños conflictos que conviene anticipar y gestionar con sentido común y respeto. Decoración y espacios comunes La iluminación navideña y la decoración de los espacios comunes son una de las cuestiones más habituales. Antes de colocar un árbol en el vestíbulo o colgar adornos en el rellano, hay que recordar que se trata de espacios compartidos y que cualquier decisión debe tomarse con el visto bueno de la comunidad o, en su caso, del presidente o del administrador de fincas. Una recomendación práctica es consensuar el tipo de decoración, su ubicación y el tiempo que permanecerá instalada. Según el artículo 553-36 del Código Civil Catalán, cualquier modificación en espacios comunes, como la decoración, requiere un acuerdo de la junta de propietarios con mayoría simple para decisiones ordinarias, convocada con un orden del día que incluya el tema. Luz y seguridad El uso de luces decorativas ha aumentado mucho en los últimos años. Es necesario comprobar que cumplan la normativa europea y sean adecuadas para exteriores si se colocan en fachadas o balcones. Ruido y celebraciones Los encuentros familiares o fiestas en casa son parte esencial de la Navidad, pero hay que tener en cuenta el descanso de los vecinos. Las ordenanzas municipales establecen franjas horarias y límites de ruido que también están vigentes durante las fiestas. En Barcelona, la Ordenanza Municipal de Medio Ambiente Urbano (Título III. Contaminación acústica, Art. 59) limita los ruidos nocturnos en zonas residenciales de 22 h a 8 h, sin excepciones por fiestas.] En Lleida, la Ordenanza de Civismo y Convivencia de la Ciudad de Lleida (Capítulo III. Artículo 46. Ruidos molestos) aplica límites especialmente entre las 23 h y las 7 h del día siguiente, regulando la contaminación acústica sin permisos especiales por Navidad tampoco.] Está claro que en días especiales como la Navidad se pueden hacer algunas excepciones, pero también depende del vecindario, si es más o menos permisivo. Si tienes niños cantando villancicos, siempre puedes avisar a los vecinos con una nota simpática en el tablón: “Mañana fiestecita suave, ¡gracias por la paciencia!”. El mejor regalo para el vecindario es una Navidad tranquila y respetuosa. El papel del Administrador de Fincas El Administrador de Fincas desempeña un papel clave en esta época, ofreciendo orientación a la comunidad sobre cómo regular estas situaciones y recordando las normas básicas de convivencia. En caso de conflicto, puede actuar como mediador para encontrar soluciones dialogadas y evitar que pequeñas discrepancias terminen deteriorando las relaciones entre vecinos. La Navidad es, en definitiva, una oportunidad para reforzar los lazos vecinales, disfrutar de la decoración y celebrar en armonía. Con una buena gestión y una dosis de respeto, la convivencia puede ser el mejor adorno de la comunidad.









